La entonces ministra de Agricultura, Pesca y Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, y su homólogo comisario Europeo de Medio Ambiente, Karmenu Vella, firmaron en 2018 el “Pacto por una Economía Circular” en una jornada específica donde también participaron y firmaron este pacto 53 empresas y asociaciones españolas.
En este sentido, la ministra de Medio Ambiente declaró que España estaba mejorando la economía desde el punto de vista de la sostenibilidad y remarcó la necesidad de involucrar en esta economía a todos los actores representativos de nuestra sociedad.
Fruto de ello fue la presencia y firma del pacto de ASIRTEX por una Economía Circular, donde las empresas que conformaban la asociación se involucraron, más si cabe, en el cambio de modelo económico donde se integró la circularidad en la actividad. Para alcanzar este objetivo, se precisaba de un condicionante irrenunciable, que es la protección del medio ambiente.
Los firmantes se comprometieron a impulsar la transición hacia una economía circular mediante las siguientes acciones:
- Avanzar en la reducción del uso de recursos naturales no renovables, reutilizando en el ciclo de producción los materiales contenidos en los residuos como materias primas secundarias, siempre y cuando quede garantizada la salud de las personas y la protección del medio ambiente.
- Impulsar el análisis del ciclo de vida de los productos y la incorporación de criterios de ecodiseño, reduciendo la introducción de sustancias nocivas en su fabricación, facilitando la reparabilidad de los bienes producidos, prolongando su vida útil y posibilitando su valorización al final de esta.
- Favorecer la aplicación efectiva del principio de jerarquía de los residuos, promoviendo la prevención de su generación, fomentando la reutilización, fortaleciendo el reciclado y favoreciendo su trazabilidad.
- Promover pautas que incrementen la innovación y la eficiencia global de los procesos productivos, mediante la adopción de medidas como la implantación de sistemas de gestión ambiental.
- Promover formas innovadoras de consumo sostenible, que incluyan productos y servicios sostenibles, así como el uso de infraestructuras y servicios digitales
- Promover un modelo de consumo responsable, basado en la transparencia de la información sobre las características de los bienes y servicios, su duración y eficiencia energética, mediante el empleo de medidas como el uso de la ecoetiqueta.
- Facilitar y promover la creación de los cauces adecuados para facilitar el intercambio de información y la coordinación con las administraciones, la comunidad científica y tecnológica y los agentes económicos y sociales, de manera que se creen sinergias que favorezcan la transición.
- Difundir la importancia de avanzar desde la economía lineal hacia una economía circular, fomentando la transparencia de los procesos, la concienciación y sensibilización de la ciudadanía.
- Fomentar el uso de indicadores comunes, transparentes y accesibles que permitan conocer el grado de implantación de la economía circular.
- Promover la incorporación de indicadores del impacto social y ambiental derivados del funcionamiento de las empresas, para poder evaluar más allá de los beneficios económicos que se generen en las mismas, como consecuencia de su compromiso con la economía circular.